Exposición · FIG Bilbao 2024
Una exposición sobre el arte, la tecnología y nuestra relación con las pantallas
Para conseguir plaza en el FIG Bilbao 2024, cada artista debía presentar una historia o crítica. Mi propuesta, titulada “Arte Oculto”, abordaba un tema que me preocupaba: el impacto del consumo de móviles y la rapidez de internet sobre la valoración del arte tradicional. Quise mostrar cómo las pantallas nos distraen, nos evaden de mirar con atención y nos hacen perder la paciencia por los procesos largos y trabajados que han definido el arte durante décadas.
La innovación llegó a través de la técnica: pinté mis obras en negativo, al revés, de manera que solo se revelaban correctamente con un filtro de cámara de móvil. De esta forma, combiné el dibujo a mano con la tecnología, haciendo que el espectador tenga que interactuar para descubrir el mensaje y los detalles de las obras.
Para la exposición, realicé tres obras icónicas a grafito de Dalí, Picasso y Frida Kahlo, seleccionando sus expresiones más impactantes y recortando las partes más significativas: sus miradas tristes, sus rostros que te confrontan y que despiertan curiosidad. Pintarlas al revés fue un reto enorme: lo negro era blanco, lo blanco era negro, y borrar era pintar y viceversa. Este proceso puso a prueba mi razonamiento y paciencia, haciendo que la creación de cada obra fuese tan intensa como innovadora.
La exposición se montó en el Palacio Euskalduna, dentro del proyecto “Cubos de las tentaciones”, donde cada artista disponía de un cubo de madera para experimentar. Yo elegí recrear una sala de exposición clásica, con sus tres paredes típicas, nombres y explicaciones debajo de cada obra. Las piezas tenían medidas de 70x70 cm, excepto Dalí, que fue de 70x100 cm para resaltar aun mas su rostro y expresión con un formato mas alargado.
“Arte Oculto” supuso un salto de calidad personal: montar la exposición me permitió valorar la dificultad de transformar una idea en obras a gran escala y cómo el espacio y la luz pueden influenciar el resultado la hora de hacerlo realidad. Contar con el apoyo de familiares y amigos durante el FIG hizo que la experiencia fuese inolvidable. Además, la exposición fue reconocida y premiada como la mejor idea, consolidando este proyecto como un momento clave en mi trayectoria artística.